El restaurante del Club Náutico de Altea llena sus plazas en una velada que resume tres años de compromiso culinario con el medio ambiente
La noche del viernes 5 de diciembre, el restaurante Bon Vent del Club Náutico de Altea celebró con éxito su décima Jornada Gastronómica de Sensibilización Medioambiental, bajo el título “Coses Velles i Novelles”. La propuesta congregó a 55 comensales, completando el aforo previsto, y sirvió como colofón a un ciclo iniciado hace tres años que ha convertido la gastronomía en una herramienta de divulgación ambiental y cultural.
Esta décima edición ofreció un menú degustación compuesto por cinco platos emblemáticos, reinventados para la ocasión. Desde los garbanzos fritos a la navaja en aspic, pasando por una tosta de migas con salmonete, tallarines de sepia, calamar en su ecosistema y una pera al vino con helado de almendra, cada creación fue maridada con vinos seleccionados para realzar los sabores del Mediterráneo.
La cena fue guiada por el historiador alteano Juan Vicente Martín, quien ofreció a los asistentes un recorrido ameno por el contexto histórico y social de cada plato, recordando que “la gastronomía también es cultura con mayúsculas y se puede aprender disfrutando”.
La celebración de esta décima jornada marca un hito en el proyecto iniciado por Bon Vent en 2022, con el objetivo de fomentar el consumo responsable, visibilizar los efectos del cambio climático sobre la alimentación y defender la pesca y agricultura sostenibles. A lo largo de las distintas ediciones, se ha abogado por los productos de proximidad, se han recuperado recetas tradicionales como el caldero mariner, y se ha apostado por la creatividad en la cocina como vía para revalorizar ingredientes olvidados.
“El cambio climático está alterando lo que comemos. Algunas especies desaparecen, otras ya no migran, y llegan nuevos alimentos a nuestros platos. La solución pasa por mirar a nuestro recetario, pero también por innovar”, explicó Juan V. Martín durante la velada.
Platos como la hamburguesa de sepia, las piruletas de mejillón, el postre de langosta o los guiños a la cocina oriental han demostrado que tradición e innovación pueden convivir en armonía.
Estas jornadas consolidan a la cocina de Bon Vent, dirigida por el chef Fran Domínguez, como un referente en la creación de experiencias gastronómicas que unen cocina, historia y conciencia medioambiental. “Con cada plato queremos contar una historia, pero también provocar una reflexión”, asegura Domínguez, quien ya trabaja en las propuestas del próximo año.
Con Coses Velles i Novelles, el Club Náutico de Altea reafirma su compromiso con la sostenibilidad, la cultura local y el placer de compartir la mesa mirando al mar.