El Club Náutico de Altea acoge la primera reunión institucional entre los principales concesionarios del puerto y la Dirección General de Puertos de la Generalitat Valenciana.
El pasado 31 de julio, la sala de patrones del Club Náutico de Altea fue escenario de un encuentro inédito: la primera reunión de la Mesa Portuaria de Altea. Una cita convocada por la Dirección General de Puertos de la Generalitat Valenciana con el objetivo de abrir un espacio de diálogo directo y periódico entre la administración y los concesionarios principales del puerto alteano.
El Director General de Puertos, Marc García, acudió al encuentro junto a su equipo técnico, formado por el subdirector general, el jefe de servicio de explotación portuaria y el ingeniero jefe responsable del puerto de Altea. En esta primera convocatoria participaron los representantes de la Cofradía de Pescadores de Altea, la empresa Basademar, gestora de la piscifactoría Culmarex, y el propio Club Náutico de Altea, anfitrión de la jornada, con su presidente Francisco Fresneda, el vicepresidente Vicente Ferrer y Joaquim Such, gerente de la entidad.
La reunión, de carácter introductorio y exploratorio, fue presentada por el Director General como una herramienta “positiva, necesaria y pendiente desde hace demasiado tiempo”. Su intención, señaló, es establecer una vía de contacto regular que permita a la Generalitat explicar sus líneas estratégicas y, al mismo tiempo, recoger de manera ordenada las inquietudes y propuestas de cada concesionario.
En palabras del responsable autonómico, se trata de “ponerse cara” y generar un clima de colaboración entre los distintos usuarios del puerto, cada uno con realidades distintas pero muchas problemáticas comunes.
Prioridades compartidas y desafíos pendientes
Durante la reunión, cada entidad expuso sus principales demandas. La Cofradía de Pescadores centró su intervención en el alto coste del suministro eléctrico, especialmente sensible para sus instalaciones. Reclamaron también celeridad en la autorización para instalar placas solares, una solicitud que lleva meses en espera. Desde la administración se señaló que la exigencia de incorporar energía solar afecta también a las propias dependencias públicas, y que los plazos actuales responden a cuestiones técnicas de la tramitación.
Por su parte, la empresa Basademar, filial de Culmarex, expresó la necesidad de ampliar su espacio operativo, con la posibilidad de disponer de una segunda línea de amarre y una mayor zona logística para pienso y materiales, esenciales para el funcionamiento de la piscifactoría.
El Club Náutico de Altea expuso con claridad la preocupación principal de sus socios: la necesidad de una prórroga concesional que aporte seguridad jurídica y permita planificar el futuro de las instalaciones. Actualmente, el Club opera con sucesivas prórrogas mensuales, una situación que se prolonga desde hace más de dos décadas. El Director General reconoció que esta situación es insostenible, se mostró comprensivo con la petición y afirmó que su firme intención es resolver favorablemente la concesión solicitada hasta 2030. Esta decisión, añadió, podría producirse durante el próximo invierno, siempre que se reciba correctamente la documentación requerida.
Un puerto con múltiples usos
Más allá de las reivindicaciones particulares, la reunión sirvió también para poner sobre la mesa cuestiones que afectan al conjunto del puerto. Uno de los temas tratados fue la accesibilidad del recinto, especialmente la necesidad de mejorar los viales de acceso, que actualmente presentan limitaciones importantes para un puerto con actividad pesquera, deportiva, industrial y turística.
Otro asunto compartido fue el impacto de las embarcaciones de arrastre durante los meses de verano. La llegada de estas unidades genera una elevada carga de residuos y molestias medioambientales que afectan tanto a la operativa de la Cofradía como al resto de concesionarios. Se acordó explorar soluciones conjuntas que respeten la actividad pesquera pero minimicen su impacto en el conjunto del recinto portuario.
Una mesa para construir el futuro
El Director General concluyó la reunión valorando positivamente el clima de diálogo y subrayó que esta Mesa Portuaria, la primera que se celebra en Altea, aspira a convertirse en un canal de comunicación útil, continuado y constructivo. Aunque no se fijó una periodicidad concreta, se mostró favorable a repetir el encuentro el próximo año o antes si fuera necesario.
Desde el Club Náutico de Altea se valora muy positivamente la celebración de esta primera mesa portuaria, tanto por su simbolismo como por su utilidad práctica. La colaboración entre administraciones y concesionarios es clave para afrontar los retos de un puerto tan singular y multifuncional como el de Altea. Este primer paso, cargado de voluntad, puede marcar el inicio de una nueva etapa más coordinada, más eficiente y más esperanzadora para todos los usuarios del puerto.